Una señora, Gail Posner, que falleció a los 67 años dejo a sus tres perritos, un chihuahua llamado Conchita y dos caniches, como herederos de una mansión millonaria en Miami Beach. La mansión estaba valorada entre cinco millones o siete la verdad no estoy segura. A parte de la mansión dejo a sus empleados 25 millones de dólares para que se gastasen el dinero en los perritos: comprando les collares de marcas famosas, vehículos lujosos para que viajen, llevándoles a centros de belleza canina, para todo lo que necesiten y para lo que quieran

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